lunes, 27 de septiembre de 2010

Elecciones a Consejo Escolar 2010

TODOS LOS CENTROS ESCOLARES REALIZARÁN ELECCIONES.

A partir de este año y tras la publicación del Decretos 327/2010, de 13 de Julio por el que se aprueba el Reglamento Orgánico de los IES y del Decreto 328/2010, de 13 de Julio por el que se aprueba el Reglamento Orgánico de las escuelas infantil de segundo ciclo, de los colegios de educación infantil y primaria y de los centros públicos específicos de educación especial la elección de consejeros y consejeras se celebrarán
los años pares y por tanto este año se renovarán todos los miembros del Consejo Escolar de Centro.

Los próximos días 16, 17 y 18 de noviembre de 2010 se celebrarán elecciones a Consejo Escolar para todos los sectores de la comunidad educativa.

El plazo de admisión de candidaturas será entre los días 16 de octubre y 27 de octubre, y han de presentarse en el centro docente coincidiendo con el horario escolar.

Calendario:
  • Constitución de la Junta Electoral: 13-14-15 de octubre
  • Presentación de candidaturas en el Centro Educativo, dirigiendo un escrito a la persona titular de la Dirección del mismo: 16 al 27 de octubre (ambos inclusive)
  • Publicación listas provisionales de candidaturas: 28 de octubre
  • Publicación listas definitivas de candidaturas: 2 de noviembre
  • Campaña electoral: 3 al 13 de noviembre (ambos inclusive)
  • Jornada de reflexión: 15 de noviembre
  • Votación de madres, padres y tutores legales del alumnado: 16 de noviembre
  • Votación del alumnado: 17 de noviembre
  • Votación del profesorado, PAS, PAEC, y personal de las escuelas infantiles: 18 de noviembre
  • Proclamación de candidatos/as electos/as: Antes del 22 de noviembre
  • Constitución del nuevo Consejo Escolar: Antes del 4 de diciembre

Podrán descargarse las Instrucciones, el calendario, los modelos de impresos y los respectivos documentos adjuntos así como los Decretos 237/2010 y 238/2010 y las Órdenes que regulan la celebración de estas elecciones pulsando sobre los respectivos enlaces relacionados que se colgarán en la página web de esta Consejería.

domingo, 26 de septiembre de 2010

Consejos para que les guste la música

escuchando musica

A quién no le gusta la música. Ya sea música clásica, electrónica o pop ligero. Pero, ¿realmente apreciamos la música, la entendemos y tenemos sentido musical? Vamos a ver unos consejos para que a nuestros hijos les guste la música y muestren interés por este maravilloso mundo de las melodías que tiene tanto por ofrecer.

En primer lugar, lo ideal es que nuestros hijos nos vean dedicarle atención a la música: que nos paremos a escuchar tal canción o concierto en la televisión, que nos pongamos este disco, que queramos escuchar con ellos cómo suena tal instrumento o tal canto de pájaro…

Recordemos que ellos aprenden de todo lo que hacemos, así que, parafraseando el conocido lema para fomento de la lectura, “Si tú escuchas, ellos escuchan”.

Iniciarse en la música como juego, como diversión e incluso relajación cuando son pequeños es la mejor manera de que desarrollen el gusto musical. Hay música adecuada para todas las ocasiones, con las que pueden aprender conceptos como rápido y lento, fuerte y flojo (piano en el lenguaje musical), alto y bajo (agudo y grave)...

Cuando tengamos oportunidad, asistiremos a conciertos en vivo. Mejor si son pensados para público familiar, ya que necesitamos exponer al niño a la experiencia de la música en directo. En la mayoría de ciudades se ofrecen periódicamente conciertos gratuitos.

En los conciertos largos habremos de tener en cuenta cuestiones como nuestra colocación (cerca de los pasillos, o al final) por si tenemos que salir cuando el niño lo necesite, ya que no suelen aguantar demasiado tiempo. Pero por poco que sea, estará bien empleado.

Los conciertos en vivo son un momento estupendo para disfrutar en familia, que refuerza y diversifica nuestro tiempo de ocio, y además nos brindará la oportunidad de observar al pequeño, hacerle expresar sus ideas y gustos, ayudarle a descubrir los instrumentos…

En muchas escuelas y conservatorios se hacen jornadas de puertas abiertas, que podemos aprovechar para que conozcan estos ámbitos. Los conciertos ofrecidos por estudiantes pequeños, si bien no serán de calidad, presentan la gran virtud de presentarle a nuestro hijo aquello de lo que puede formar parte.

A los niños les gusta hacer lo que hacen los niños, buscan referentes de su edad, y si les puede fascinar ver un adulto tocando un instrumento, más lo hará ver que son niños de su edad los que los tocan.

Los primeros instrumentos musicales, los de juguete, no han de faltar en casa. No nos quedemos en el tambor. La flauta, el xilófono, la guitarra … son otras opciones. Eso sí, sin pilas, que ellos tengan que hacerlos sonar, y sin restricciones en cuanto al volumen o estilos, escogiendo las horas adecuadas para “tocar-jugar”, claro.

Si el niño se sigue interesando por la música y llega el momento de escoger instrumento, hay que evitar tomar esta decisión de manera precipitada y que sea el niño o niña el se haga una idea y preconfigure su elección. Factores como las dimensiones, el precio o la adecuación al niño del instrumento han de tenerse en cuenta también antes de tomar una decisión definitiva.

Independientemente de nuestros gustos y conocimientos musicales, debemos buscar música de calidad (queremos lo mejor para nuestros hijos). No siempre lo que más se escucha en los medios es lo mejor.

Siguiendo todos estos consejos para que les guste la música a nuestros hijos, lograremos que disfruten y aprendan con ella, y nosotros junto a ellos.

Criar sin azotes: Comunicación en positivo (II)

familia consciente

Hemos hablado de lo importante que puede resultar ser capaces de cimentar la comunicación con nuestros hijos en positivo para el desarrollo de ellos y para el bienestar de la familia ahora y en el futuro. La base de la comunicación en positivo va a ser que seamos capaces de entender las razones de sus actos, que nacen de una necesidad real.

La comunicación no violenta ofrece un acercamiento muy interesante para ampliar nuestros recursos para ejercer la paternidad de manera consciente y respetuosa en la infancia y después de ella. En realidad, es una herramienta que deberíamos ser capaces de usar en todas nuestras relaciones con otras personas, tratando de entenderlas, ponernos en su lugar y transmitirles respeto.

Relacionarnos con nuestros hijos

Pero sobre todo nos va a hacer falta para relacionarnos con nuestros hijos, tanto para beneficio de las relaciones familiares como para que ellos sepan actuar en el futuro de manera sociable y amable con los demás. Pues todo lo que aprendan de nosotros se basa sobre todo en la manera en la que nos relacionamos con ellos, no en lo que les digamos que hay que hacer.

El proceso de la comunicación positiva pasa por conectar con nosotros mismos, profundamente, hasta cimentar un cambio social de amplio alcance incluso, ya que esta forma de relación entre las personas es indispensable para las organizaciones, las escuelas, las empresas y la vida pública y política.

¿Exagero? No, no lo creo. La manera en la que nos comunicamos con los niños es la base para su comportamiento futuro como adultos. Si la relación entre las personas se basa en el respeto, la empatía y las actitudes no violentas la misma sociedad daría un gran cambio.

Volvamos, no obstante, a la paternidad consciente. Las acciones humanas son motivadas por tentativas de cubrir necesidades primarias, que además de las vitales y materiales son también afectivas.

Los actos que realizamos, consciente o inconscientemente, están destinados a intentar cubrir esas necesidades y solamente desde la compresión de esta realidad se construyen las relaciones humanas sanas.

La teoría de la comunicación en positivo

Asumamos, al menos ahora de manera teórica, estas premisas. Las acciones humanas están destinadas a cubrir necesidades y las relaciones sanas entre las personas se basan en la comprensión de las necesidades que mueven al otro.

Apliquémoslo a la paternidad. Si nuestra forma de relacionarnos y comunicarnos con nuestros hijos se cimenta en la autoridad incuestionable de nosotros como adultos y padres, prevalecerán nuestras opiniones y deseos, nuestras ideas y necesidades sobre las de ellos.

Un cambio en la comunicación con el niño, desde la comprensión de las razones de sus actor y el respeto por sus necesidades reales, haciendo lo posible por cubrirlas y respetarlas, haré posible una relación desde la compasión y la asertividad. Consolidando esta forma de interacción podemos incluso contribuir a una sociedad más pacífica y, de paso, crecerán más felices y confiados dándonos la posibilidad de vivir en una familia que se respeta y se entiende, no solo que se quiere a pesar de las tensiones o los rencores. ¿Me entendéis?

La opinión generalizada

La opinión generalizada con la que nos vamos a encontrar es que nuestro bebé es una especie de demonio manipulador que quiere controlarnos cada vez que llora si sus necesidades de comida y limpieza ya están atendidas.

Nos acosa la idea de que el bebé nos manipula, controla, marea y sobre todo, el miedo, siempre presente en los padres, de hacer cosas que puedan perjudicarle o estropearlo por atenderlo en demasía.

Pero, si, como os propongo, entendemos sus lloros y gritos no como intento de manipulación caprichosa sino como una legítima llamada para que cubramos sus necesidades empezaremos, desde los primeros meses, a compatibilizar razón y emoción, y sobre todo, a entender que hay necesidades sanas y adecuadas que no son ni la comida, la caca o la temperatura, necesidades emocionales tan poderosas como las anteriores.

Aplicando la comunicación positiva

No juzgamos a nuestro bebé ya. Vamos a cambiar la perspectiva y a salirnos de la ideología dominante. El niño no nos reclama por capricho, no es malo, ni incorrecto, ni manipulador, ni pesado. Es un bebé demandante de amor y contacto. No es bueno, tampoco, si es un bebé más tranquilo, que come y duerme de manera plácida. Se acabaron las etiquetas, es el momento de la comunicación positiva.

Con la comunicación positiva no hacemos juicios sobre los demás. De hecho, y de verdad que supone una gran liberación, no hacemos juicios ni tan siquiera sobre nosotros mismos. Nos centramos en las necesidades y las causas de las manifestaciones visibles de la necesidad, la investigamos y hacemos una profunda introspección, centrándonos en ponernos en el lugar del otro.

Criar sin azotes: Comunicación en positivo (I)

niña soñadora

Es habitual la escena en el parque en la que un niño de unos dos años no desea dejarle sus juguetes a otro. Si se lo quitan, puede enfadarse y salir la agresividad o llorar. Los papás frecuentemente no sabemos como actuar ante esa situación, necesitamos ideas teóricas pero también técnicas para criar sin azotes. Y nos falla la capacidad de lograr una comunicación en positivo con nuestro hijo.

Por un lado queremos enseñarle a nuestro hijo a compartir y a ser amable. Al fin y al cabo el parque cumple una función sociabilizadora, en la que el pequeño aprenderá a relacionarse con otros niños y a jugar con ellos.

Por otra parte no podemos evitar empatizar con nuestro hijo, tanto si es el dueño del objeto deseado como si es el que desearía cogerlo y no entiende la negativa del otro.

La presión del entorno nos indica que “hay que compartir”, y cualquier reacción que no sea de generosidad o de educación de nuestros pequeños nos crea una sensación desagradable. ¿Estaremos educando bien a nuestro hijo?

Pero partamos de un hecho evidente, la mayoría de los niños, aunque se interesen por los otros niños no están preparados para el juego cooperativo hasta aproximadamente los tres años e, incluso entonces, la idea de ceder sus juguetes a otro, sin conocerlo siquiera, les molesta.

Casos prácticos

Pongámonos en su lugar diga lo que diga el entorno. Sus juguetes son su posesión más preciada, o al menos lo son en ese momento. Nosotros no compartiríamos nada con un desconocido, y mucho menos nuestra casa, nuestro coche o nuestros juguetes como son el ordenador o el teléfono de última generación. ¿De donde sale la idea de que los niños deben actuar de otra manera?

Así que no sabemos como actuar. La reacción más habitual es la de obligar al niño a compartir el juguete. Podemos hacerlo mediante la autoridad, o de manera más sutil, calificando su comportamiento de malo o egoísta, para que ceda a fin de estar a la altura de nuestras expectativas y complacernos.

Pero claro, puede tener un berrinche. ¿Y quien no? Para lograr un entendimiento y sobre todo, ser capaces de negociar y entender las razones de nuestro hijo podemos usar una técnica muy adecuada que es aplicable a muchas otras situaciones potencialmente conflictivas. Se trata de la comunicación no violenta, que se basa en la asertividad y la empatía.

No solo nos va a valer ahora, cuando estamos en el parque con nuestro hijito de dos años. A medida que vaya creciendo será cada vez más adecuada, ya que habremos puesto las bases de una manera de comunicarnos basada en el respeto por sus necesidades y emociones, el diálogo y cooperación.

Nuestro hijo crecerá. Puede que se encuentre con los celos cuando llegue el hermanito, y nos apabulle con berrinches y gritos al haber perdido la atención exclusiva y tener que verse esperando para que las necesidades del más pequeño sean cubiertas. No va a poder jugar con nosotros cuando quiera, tendrá que colaborar y controlar los momentos de rabia hacia el pequeño que le rompe sus juguetes o tiene hambre justo cuando le habíamos dicho que nos bajábamos a jugar.

Nuestro hijo seguirá creciendo. Irá al colegio y tendrá que ser capaz de ayudarnos para no llegar tarde vistiéndose y desayunando en un tiempo a veces demasiado medido para sus deseos.

Y luego va a seguir creciendo. Tendrá que hacer tareas no demasiado atractivas, porque en la mayoría de las escuelas los deberes repetitivos y las lecciones de memoria siguen siendo un método que no se ha abandonado. Tendrá ganas de pasarse la tarde enganchado a los juegos de ordenador o querrá salir por la noche hasta horas demasiado tardías.

Comunicación en positivo

¿Podemos mantener la autoridad mediante la imposición mucho tiempo? Me temo que no. La manera de construir una familia que dialoga es comenzar con el diálogo desde pequeños, incluso cuando tienen dificultades todavía para ese tipo de relación. Con paciencia, con mimo, con atención plena. Sin castigos, ni gritos, ni cachetes.

Entendamos las razones de sus actos, que nacen de una necesidad real, veremos en el próximo tema una nueva técnica, enfocada como herramienta práctica, para lograr esa comunicación en positivo.

Aprende a Estudiar

De la mano de Educación y Tic de Domingo Méndez descubro la nueva página del CNICE Aprender a estudiar. Un montón de actividades relacionadas con la buena lectura y las técnicas más adecuadas para un mejor aprendizaje. Una web premiada en el concurso de 2006 y que puede ser de gran utilidad para alumnos de la Educación Secundaria y Bachillerato. Un dato importante, se presenta en dos versiones:Normal y accesible ( un gran acierto, sin duda). Su autor Raúl Martínez, enhorabuena por su excelente trabajo.


jueves, 16 de septiembre de 2010

Actividades extraescolares, ¿sí o no?



ballet
Con el comienzo del nuevo curso escolar también llegan las actividades extraescolares. Ballet, fútbol, taekondo, natación, patinaje, música y teatro, entre otras tantas, son algunas de las actividades que ocupan la agenda de los niños aparte de su jornada escolar.
La conveniencia de estas clases entre los más pequeños está en entredicho. Son las actividades extraescolares apropiadas para los niños, ¿si o no?.
A favor, podemos decir que son actividades educativas y enriquecedoras para el desarrollo de los más pequeños, siempre que les dejen tiempo para el descanso y el juego.
En contra, que en ocasiones prima más el deseo de los padres que el del propio niño en realizar tal o cual actividad. Y que un exceso de exigencia puede llegar a estresar al niño.

La actividad extraescolar más adecuada para cada niño

No todos los niños tienen los mismos intereses. Algunos son de actividades más físicas, mientras que otros se decantan por las más artísticas.
En el caso de los deportes, fomentan la práctica de ejercicio y la participación en equipo. Son recomendables para los niños de carácter más retraído pues contribuyen a la sociabilización, favorece las relaciones y pueden hacer nuevos amigos.
Las actividades artísticas como la música, el dibujo o la pintura son más indicadas para los niños que de forma natural tienen interés por alguna de ellas o muestran una sensibilidad especial.

¿Cuál es una medida conveniente?

Las actividades extraescolares son positivas si al niño le hacen ilusión y está interesado en realizarlas. Pero igual de importante que elegir la actividad más adecuada para cada niño es realizarla en una medida conveniente según las necesidades de cada niño.
La medida más conveniente surgirá de observar al niño pues depende de cada niño y de sus circunstancias personales. Para un niño de 5 años una actividad extraescolar dos veces por semana puede resultar agobiante mientras que para otro puede ser la medida perfecta.
Lo importante es hablar con tu hijo y observar su comportamiento para saber si está entusiasmado, aburrido o cansado. En consecuencia, se ajustará la frecuencia de las clases a lo que sea más conveniente para el niño.

Niños estresados por culpa de las actividades extraescolares

Sea cual sea la actividad que se haya elegido debe ser un disfrute y no una obligación para el pequeño.
El exceso de actividades extraescolares en los niños propicia el estrés infantil que se manifiesta con dolores de cabeza, dificultad para conciliar el suelo, falta de apetito, cansancio crónico, etc. También repercute en la imposibilidad de expresar o controlar sus emociones y en preocupaciones que no son acordes a su edad.
Coincidiendo con el comienzo de clases, los pediatras recomiendan a los padres no tomarse las actividades extraescolares como “una carrera contra reloj” y planificarlas teniendo en cuenta que los niños necesitan también tiempo para descansar y, sobre todo, para jugar.
¿Tú qué opinas de las actividades extraescolares en niños menores de 6 años? ¿Has apuntado o piensas apuntar a tu hijo a alguna?
Foto | Sampantha en Flickr
En Bebés y más | Exceso de actividades extraescolares en los niños propicia el estrés infantil, Niños estresados

miércoles, 15 de septiembre de 2010

Consejos para utilizar correctamente las redes sociales

Leo en el blog Dragonjar una interesante reseña sobre algunas cosas que hay que hacer para un buen uso de las redes sociales. Este sería su catálogo de actuaciones correctas:

  1. "No grabe ni publique imágenes y vídeos sin el consentimiento de otras personas.• Recuerde que cuando se publica una foto o escribe en un foro puede estar incluyendo información privilegiada y/o personal.
    • Respete sus derechos y sea consciente de su responsabilidad, personal y jurídica.
    • Las redes sociales son una importante fuente para la obtención de información sobre las personas.
    • Garantice la seguridad de su información mediante una configuración adecuada de su perfil y utilizando contraseñas adecuadas.
    • Utilice las herramientas de seguridad y sea consciente de que los buscadores pueden permitir a cualquier tercero obtener la información pública de los perfiles.
  2. No publique en los perfiles de las redes sociales excesiva información personal y familiar (ni datos que permitan la localización física), y no aceptar solicitudes de contacto de forma compulsiva, sino únicamente a personas conocidas o con las que haya relación previa.• Si cuando le solicitan sus datos no le dicen para que los van a usar, o no entiende lo que le dicen: nunca los suministre.
    • Tenga cuidado al publicar información relativa a los lugares en que el usuario o un tercero se encuentra en todo momento. Podría poner en peligro a los usuarios.
  3. Cuando envié mensajes de correo a una variedad de destinatarios, es recomendable utilizar la “Copia Oculta
    (CCO)”.
  4. De acuerdo a la información bancaria y personal evite aportar algún tipo de datos personales debe asegurarse de que se ha establecido una conexión segura con el portal.
  5. Desconfíe del correo electrónico que informa de cambios en las políticas de seguridad y solicita datos personales y claves de acceso.
  6. No es conveniente contestar al Spam. Es conveniente desactivar la opción que envía un acuse de recibo al remitente de los mensajes leídos del sistema de correo electrónico. Si un spammer recibe dicho acuse sabrá que la dirección esta activa y lo más probable es que le envié más Spam.
  7. Navegación con los menores
    • Debe acompañar a los menores, ayudarles a distinguir los riesgos, asegurarse de que los niños no accedan a internet a través de entornos no confiables o de que no intercambien datos personales ni fotografías con desconocidos.
En caso de ser víctima de algún delito, recuerde…
  • Bloquee a la persona que lo amenaza y denúncielo a través del botón de pánico o ventana de ayuda.
  • Tome pantallazos (capturas de pantalla) de la conducta (amenaza, injuria, suplantación o extorsión).
  • Copie y pegue el link y/o URL del sitio, página o perfil.
  • Evite reenviar, modificar o comentar la amenaza esto desencadenaría otras conductas.
  • En caso de facebook, utilice las cuentas de correo de abuso (abuse@facebook.com)."
Parece que muchas de esas acciones son simples y de sentido común, pues bien, los adolescentes y otros muchos usuarios no respetan ni actúan según esas normas.Por tanto es aconsejable trabajar el tema en las escuelas.



domingo, 12 de septiembre de 2010

Volver al colegio (con éxito)

El País semanal

Tras las vacaciones, los alumnos vuelven a las aulas. Para muchos padres es un momento de incertidumbres: ¿sacarán los hijos el curso adelante? Estas son algunas claves importantes para evitar el fracaso escolar

La vuelta al cole no es solo un eslogan de grandes almacenes. Es un momento importante en la vida de las familias. En estas semanas de retorno a la rutina escolar que estamos viviendo, los padres aspiran a tener un curso sin sobresaltos. También los hijos. Para conseguirlo no hay una pócima mágica infalible. Pero sí hay una serie de recetas que pueden llevar, en mayor o menor medida, a que los chavales tengan éxito. Cuanto antes se cocinen, mejor: a un adolescente es más difícil inculcarle rutinas si previamente, en su infancia, no se ha acostumbrado a ellas.

Los ingredientes más importantes, coinciden profesores y psicólogos, son aplicar el puro sentido común, la constancia y los buenos hábitos. Empezando por lo más básico, como es el descanso, la alimentación y la higiene. Porque un niño o un adolescente necesitan una reserva de pilas a tope para afrontar con garantías cada jornada. Un joven que llega al colegio sin haber desayunado bien, o después de haber trasnochado viendo la televisión o jugando a videojuegos, no es alguien que esté predispuesto a rendir y poner atención en clase.
La diferencia entre una buena o una mala trayectoria colegial depende del esfuerzo. Pero del esfuerzo de todos. Es como una mesa de tres patas: alumno, padres, profesores. Si una falla, el mueble tiene muchas probabilidades de tambalearse e incluso de venirse abajo. “No se trata solo de lo que tiene que hacer el niño para no sufrir fracaso escolar. Se trata también de lo que tenemos que hacer los demás. Lo primero es que el alumno debe tener un maestro que tenga ilusión por su trabajo y que le motive. Y por supuesto, una familia que se implique en ese proceso, que esté pendiente de su hijo o hija”, explica Belén Marcos, psicóloga.
En esta guía proponemos una serie de consejos que no por haber sido escuchados antes dejan de ser importantes. Son pasos que si padres e hijos logran dar juntos, llevarán al éxito en el colegio y a no tener que llegar con la lengua fuera a final de curso, cuando ya no tenga remedio.
Padres siempre pendientes
Desde que los hijos son pequeñitos. “A veces llegan padres extrañados por las notas horribles que les traen. Eso no puede ser. Tienen que estar atentos a la trayectoria de sus hijos”, explica Núria Thomas, profesora y pedagoga del IES Cor de Maria, del barrio de Horta de Barcelona. Un padre o madre debe ser capaz de responder a estas preguntas: ¿sabemos si nuestros hijos aprovechan el tiempo? ¿Hacen los deberes? ¿Estamos con ellos cuando los hacen? ¿Estudian? Los padres tienen que tener paciencia: “Los hijos son para toda la vida. Hay que prestarles atención. Ojo, es verdad que no existe el mundo ideal, y que hay padres con obligaciones laborales que les roban mucho tiempo. Pero si luego, al llegar a casa, hay una atención, el niño lo percibe. Hay que ser claros: o los padres se dedican y sacan el tiempo de donde sea, o luego, como mínimo, no pueden quejarse. Porque las probabilidades de que las cosas no salgan como esperan aumentan mucho”, subraya Thomas. Otra profesora, Estefanía Sánchez, añade: “A un niño le puede ayudar, en determinadas situaciones, que un padre se ponga a hacer los deberes con él. Si el niño no entiende, el padre o madre pueden ayudarle, y no quedarse en el sofá de brazos cruzados”.
Estudiar cada día
Esto tiene que ver bastante con los dos puntos de la página anterior. Acostumbrarse a estudiar al volver del colegio es una rutina beneficiosa. “Hay muy pocos alumnos superdotados. Quien tiene notas altas es porque dedica tiempo”, explica Thomas. “Hasta que tienen 8 o 9 años, con que trabajen una hora en casa es más que suficiente. Después, hasta los 12 años, una hora y media. Y a partir de la ESO, creo que un mínimo de dos horas”. Esta psicóloga, que orienta a jóvenes en situación de fracaso escolar, añade: “Creo que el grueso del trabajo se tiene que hacer en la escuela. Hay que entender que los alumnos llevan ocho horas en el colegio, que es mucho, como una jornada laboral”, señala Marcos.
Organizarse el tiempo
Aunque parezca contradictorio con el punto anterior, no se puede ser radical y tajante en el número de horas diarias. Se trata de organizarse bien y de tener sentido común: la cantidad de estudio dependerá de cada alumno, de la edad de la que estemos hablando y del día concreto al que nos refiramos. “Decir que hay que estudiar todos los días es una respuesta políticamente correcta. De lo que se trata es de que los chavales sean responsables de hacer sus deberes diarios y no dejen el estudio para última hora”, explica Thomas. Para que esta filosofía de flexibilidad funcione deben intervenir los padres, quienes deberán saber los deberes que tiene su hijo cada día, cómo lleva la materia de cara a los controles y exámenes, etcétera. Ayudar a los chavales más perezosos, en definitiva, a organizarse y que sigan un ritmo lógico de clase.
¿Cómo se estudia?
La pregunta del millón. “Lo primero que hay que hacer es escuchar en clase. Escuchar y entender. Después, en casa, hay que leer y entender. Y habrá partes que memorizar”, asegura Thomas, que añade: “No hay una fórmula mágica. Hay quien solo necesitará un breve repaso en casa si ha entendido bien lo que se le ha explicado en clase, pero habrá quien no tenga suficiente con repasar”. El esquema básico es atender en clase, estudiar en casa, aprenderlo, hacer ejercicios, corregirlos en clase, hacer resúmenes, repasar. Siguiendo estos siete pasos, será difícil que el alumno no sepa la materia para el día del examen.
La lectura
Es indispensable. Un niño acostumbrado a leer es un niño que tiene más capacidad de comprensión. Además de que mejora el vocabulario, la lectura puede servir para que los padres se involucren. ¿Cómo? Haciendo que los padres lean los mismos libros que sus hijos. De esa manera “podrán comentarlo y establecerán un diálogo entre ellos”, recomienda una profesora madrileña.
Las actividades extraescolares
Siempre y cuando no lleven al niño agobiado, son muy positivas. El deporte, por ejemplo, es importante. Sobre todo si es en equipo, porque fomenta muchísimo el trabajo en conjunto y las relaciones con otros niños.

La rutina del horario

No se trata solamente de descansar y dormir adecuadamente, que, como hemos dicho, es básico. “El estudio es un proceso continuo y a largo plazo. Es importantísimo que un estudiante adquiera hábitos y rutinas. Los niños necesitan saber qué les toca hacer en cada momento. Si no, es muy difícil que se concentren en sus tareas”, asegura Marcos. Al establecer rutinas, ayudaremos al alumno. Estará mejor organizado y tendrá más posibilidades de que no le pille el toro, como se suele decir. “Hay tiempo para todo. Cuando salen del colegio, los alumnos tienen horas por delante. Para merendar, descansar, para hacer deporte y para estudiar”, explica Noelia Olivares, maestra de alumnos de 1º y 2º de la ESO en la Comunidad Valenciana.

El ordenador

Es una herramienta de doble filo, amiga y enemiga al tiempo. Por un lado, acostumbrarse
al uso de un ordenador es beneficioso, en una sociedad que depende, cada vez más, de la tecnología. Pero hay que controlar el tiempo que pasan los hijos delante de la pantalla, porque ellos solos seguramente no lo hagan. “Llámale chat, redes sociales o juegos ‘online’. Les absorbe la energía de una manera increíble. Los chavales no se dan cuenta del rato que llevan delante del ordenador”, asegura Thomas. Y quien dice ordenador, también dice televisión. Hay que controlar el tiempo que los hijos pasan enganchados a las pantallas.

Fomentar la responsabilidad

Padres y profesores tienen que remar juntos en esta dirección. Hay que hacer entender a los chavales que el colegio es importante. Es un trabajo que hay que cumplir. No dejarse los cuadernos o los libros en casa; si un alumno ha estado enfermo, tiene que esforzarse por recuperar el tiempo perdido. ¿Deben los padres hacer regalos a sus hijos por conseguir objetivos? “Yo no lo aconsejo. Pero también creo que si un padre no sabe qué más hacer y piensa que prometer un obsequio le va a ayudar…, adelante, que lo haga, que lo intente”, dice una pedagoga.

Una guardería con cimientos

Un muy buen reportaje de la periodista almeriense.
ELPAIS.com - Educación
Las escuelas infantiles ayudan a ser autónomo y desarrollar las habilidades sociales. Pero hay que tener cuidado con los centros no autorizados o aquellos sin un proyecto curricular. Lo principal es la educación.

Cu-cú.Irene se tapa con las manos su cara de niña lista, un procedimiento que parece infalible cuando una acaba de cumplir dos años y aún anda por la vida con pañal incorporado. Sus papás también conocen ese juego tan divertido de las apariciones y las desapariciones, y lo practican cada mañana. Salen de casa rumbo al cole, que se llama Las Nubes y está en una calle tranquila del distrito madrileño de Retiro. La dejan en su clase. Se cubren el rostro. Cu-cú. Ya no están. No pasa nada porque en su lugar se han materializado Mónica, su educadora, y otros niños y niñas de su edad, con los que empieza a relacionarse. Juntos aprenden canciones y colores, a comer solos y a lavarse las manos en el cuarto de baño. Leen cuentos en la biblioteca, participan en teatros de marionetas, desarrollan la motricidad, el lenguaje, las habilidades sociales, el intelecto, ganan en autonomía.
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