domingo, 29 de mayo de 2011

Trastornos del habla: tipos de disglosias



Tras ver el otro día una pequeña introducción sobre las disglosias en la que hablábamos de sus causas y su diagnóstico, hoy hablaremos de los distintos tipos de disglosias que nos podemos encontrar.

Recordemos que la disglosia es un trastorno de la articulación, sin que existan problemas a nivel del Sistema Nervioso Central, provocado por lesiones físicas o malformaciones de los órganos de articulación del habla.

Las causas de la disglosia pueden ser varias, que afecten a distintos órganos del habla y que se presenten de forma única o asociadas. Teniendo en cuenta el órgano afectado, se distinguen diversos tipos de disglosias.

Disglosias labiales

Son aquellas en las que la dificultad articulatoria se produce por una alteración en la forma, fuerza o consistencia de los labios. Entre las causas más frecuentes podemos encontrarnos:

  • Labio leporino: es una malformación congénita de diversos grados de severidad; puede ir desde la simple depresión del labio superior hasta su total hendidura, la cual viene acompañada generalmente de fisura del paladar y hendidura de los alveolos dentarios. La malformación puede darse en uno o en los dos lados del labio, siendo la manifestación más grave de fisura labial la denominada labio leporino medio o central. Como consecuencia, el habla del niño estará afectada tanto en la articulación de algunas vocales (/u/, /o/) como en aquellas consonantes en las que intervengan los labios (/b/, /p/, /m/).

  • Frenillo labial superior hipertrófico: es una malformación que dificulta la normal movilidad del labio superior, produciendo un espacio entre los dos incisivos centrales. Como consecuencia, existirán dificultades para la articulación de los sonidos /m/, /p/, /b/, /u/. Generalmente, sólo se considera patológico un frenillo labial si se produce un produce un retraso o imposibilidad de erupción de los caninos, y que pueda ser por causa del frenillo.
  • Fisura del labio inferior: suele ir acompañada la mayoría de las veces con labio leporino, aunque también se puede dar de forma aislada.
  • Parálisis facial: en los niños se da por diferentes causas (trauma obsétrico por uso de forceps, afecciones supuradas del oído medio, enfermedades como poliomielitis o difteria…). La parálisis puede afectar a uno (en cuyo caso la alteración es poco perceptible) o a los dos lados de la cara (aquí la articulación de los fonemas /p/, /b/, /m/, /o/... está afectada).
  • Macrostomía: el alargamiento de la hendidura bucal suele asociarse con malformaciones de la oreja, aunque a veces también se pueden ver afectadas la mandíbula y los ojos. Suele comenzar en el ángulo de la boca y puede llegar a extenderse a lo largo de la cara pero sin poca extensión. En este caso la boca aparece grande, con un labio inferior ancho y prominente (macrostomía incompleta). Por otro lado, la fisura puede prolongarse mucho más (macrostomía completa). Por lo general, se suele acompañar de atrofia del maxilar inferior o de anomalías del oído.
  • Heridas labiales: en raras ocasiones las heridas en los labios son responables de problemas en el habla, por lo que habrá que comprobar primero si los problemas articulatorios son de verdad causa de la herida o se trata de una dislalia funcional.
  • Neuralgia del trigémino: el nervio trigémino es el responsable de la sensibilidad de la cara. Cuando hay afectación de este nervio apreciamos un dolor brusco, muy intenso y de corta duración.
  • Disglosias mandibulares

    Son trastornos en la articulación de los fonemas por una alteración en la forma de uno o de varios maxilares. El origen puede ser congénito, del desarrollo, quirúrgico o traumático.

  • Extirpación del maxilar superior/inferior: debido a tumores, accidentes…
  • Atresia mandibular: anomalía debida a una detención en el desarrollo del maxilar inferior de origen congénito o adquirido (por ejemplo, chuparse el dedo o uso excesivo de chupete). Como consecuencia, se produce una mala oclusión de los maxilares y una posición de los dientes anómala. Puede ocurrir que, debido a la desproporción de las dimensiones entre la lengua y la boca, debida a la atresia mandibular, se den alteraciones respiratorias.
  • Disostosis maxilofacial: es una forma particular de malformación mandibular asociada a otras anomalías.
  • Progenie: un crecimiento exagerado de la mandíbula inferior, teniendo como consecuencia un mal cierre de los maxilares.
  • Disglosias dentales

    Son trastornos de la articulación como consecuencia de una alteración en la forma o posición de los dientes. Las causas son varias, y entre ellas nos encontramos con la herencia familiar, desequilibrios hormonales, alimentación, ortodoncias, prótesis… En estos casos, si se realiza algún tipo de intervención por parte del ortodoncista y del protésico dental, conviene llevar un seguimiento para prevenir posibles alteraciones articulatorias.

    Disglosias linguales

    La lengua es el órgano activo de la articulación de los sonidos, y precisa de una extraordinaria sincronia de sus movimientos durante el habla;por ello, la precisión lingual puede verse alterada debido a:

  • Frenillo corto: también llamado anquiloglosia. El mayor problema que causa es con los sonidos /d/, /l/, /n/, /R/, ya que impide que la lengua pueda elevarse.
  • Glosectomía: es decir, la extirpación total o parcial de la lengua mediante una intervención quirúrgica.
  • Macroglosia: es un aumento desmesurado del tamaño de la lengua, generando una disminución de movimientos linguales.
  • Malformaciones congénitas de la lengua
  • Parálisis uni/bilateral: parálisis del nervio hipogloso (responsable de la inervación de la lengua) con pocas molestias cuando es unilateral y con problemas para hablar y masticar cuando es bilateral.
  • Disglosias palatales

    Son alteraciones en la articulación de los sonidos por malformaciones orgánicas del paladar y del velo del paladar.

    • Fisura del paladar: malformación congénita en la que las dos mitades laterales del paladar no se unen en la línea media. La fisura puede afectar al velo del paladar, al paladar duro o al maxilar superior. Generalmente se asocia con labio leporino. Pueden ser debidas a causas hereditarias o a causas externas (radiaciones, virus, carencia de vitaminas A y B…). Entre los trastornos articulatorios más frecuentes están el golpe de glotis (un pequeño ruido al hacer algunos sonidos tales como /p/, /t/ o /k/), ronquido faríngeo, escape de aire por la nariz y el habla nasal.

  • Fisura submucosa del paladar: es una malformación congénita en la que el paladar duro no se ha unido a la línea media pero si la mucosa que lo recubre, haciendo que el paladar se acorte
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  • Paladar ojival: si es cierto que el paladar en forma de ojiva favorece a la dificultad de emisión de fonemas (/t/, /d/, /l/), pero también existen numerosos niños con esta patología orgánica que no han generado ningún tipo de problema articulatorio. Por ello, si encontramos dificultades articulatorias que coincidan con el paladar ojival, se deberá valorar si es más una dislalia funcional o una disglosia verdadera.
  • Otras causas: paladar corto, úvula bífida, velo del paladar largo, perforaciones…
  • Además de estas causas generadoras de disglosias, conviene tener en cuenta otra serie de factores, tales como deficiencia intelectual, deprivación sociocultural o déficit auditivo, que si bien no tienen relación directa con las disglosias, sí que desfavorecen el cuadro patológico interviniendo de forma negativa en la intervención.

    Próximamente os comentaremos cómo se realiza la valoración y el tratamiento de las disglosias. Hasta entonces, no olvideis que podeis realizar vuestras consultas en nuestra sección de Bebés y más Respuestas.

    De Bebesymas Foto | mahalie en Flickr
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